BIZCOCHO DE CHOCOLATE Y VINO TINTO

 

Feliz Año Nuevo!!!.

Cómo ha ido la despedida al 2011 y la bienvenida a este 2012?. Espero que la hayáis disfrutado mucho, o poco pero siempre en compañía de las personas os merecen la pena, no creeis?.

En mi casa ha sido una celebración muy íntima, intimísima diría yo. Por la tarde decidimos despedir el año como buenos deportistas y corrimos la tradicional San Silvestre. Nos prestó muchísimo y el ambiente fue genial. Cada año más gente se anima a finalizar el año de esta manera.

Ya en casita, hemos cenado mi marido, mi niño de tres añitos y la que os escribe. Una cena sin complicaciones, sencillita pero con mucha ilusión. El peque se acostó prontito y los papis nos quedamos esperando al momento de las campanadas, con nuestras uvas y cava preparados, tan preparados que el cava casi no llega a las doce, jajajaja.

Bueno, y después de tanta celebración, cenas, comidas, bebidas… llegan los restos y la pregunta de: Qué hago yo con esto?. Así que he decido aprovechar un poco de vino tinto que nos ha quedado y otro poco de nata montada (he vuelto a repetir el tronco de NAVIDAD, dos veces, uno de turrón y otro de nata).

Pues con estos “restos” decidí hacer un bizcocho de vino tinto.

Lo preparé en dos formatos distintos y así, estrenaba unos moldes de la colección “Deliciasal horno”, que tanto me gustan por su colorido y originalidad. Utilicé uno redondo, con hueco central y tres rectangulares pequeñitos.

Esta vez me apeteció trabajar al método “tradicional”. Únicamente utilicé la batidora eléctrica para le mezcla de huevos y azúcar. El resto, con varillas metálicas y mano, manita.

INGREDIENTES

4 huevos grandes

200 g de azúcar

150 ml aceite girasol

150 ml vino tinto

2 cucharadas de canela polvo

150 g chocolate fondant

2 cucharadas de cacao en polvo (Valor)

250 g de harina de repostería

1 sobre de levadura Royal

ELABORACIÓN

Lo primero será precalentar el horno a 180ºC, arriba y abajo y con ventilador, en mi caso.

Preparamos el molde (o moldes en mi caso). Se untan de mantequilla y espolvorean de harina o bien, se untan de aceite. En este caso me decanté por esta opción, al tratarse de moldes de silicona pero que, cualquiera de las dos opciones es válida.

Lo segundo fue fundir la tableta de chocolate fondant al baño maría. Ya sabéis: en un cazo ponemos un poco de agua y encima un recipiente de cristal, que no toque nunca el agua y lo ponemos a calentar. Con el vapor que va soltando el agua, se irá derritiendo el chocolate. Una vez derretido, apartamos y dejamos enfriar. 

También podéis hacerlo en el microondas, meterlo a intervalos cortos, de 15/20 segundos, controlando que no se queme el chocolate.

El siguiente paso será mezclar los huevos con el azúcar. Aquí usaremos unas varillas eléctricas preferiblemente, y batiremos hasta que la mezcla quede espumosa.

Luego incorporamos, de uno en uno y esperando a que cada ingrediente incorporado esté totalmente disuelto en la mezcla, el aceite, el vino tinto y la canela. 

Echamos a la mezcla el chocolate derretido, mezclamos bien y añadimos los elementos sólidos tamizados: la harina, con el cacao y la levadura.

Mezclamos bien

y vertemos la mezcla en el molde (moldes).

Hornearemos unos 20 min en mi caso, o hasta que pinchando el bizcocho con un palillo, éste salga limpio.

Sacamos del horno, dejamos que se enfríe 5 min en el molde y después lo sacamos y dejamos que termine de enfriarse en una rejilla.

El bizcocho redondo, lo espolvoreé con azúcar glass y a los pequeñitos, les unté de nata montada, lo cual fue un acierto absoluto. Suaviza y refresca el bizcocho.

Pues esta es mi primera receta de nuestro recién estrenado 2012. Espero que sigamos compartiendo muchas más.

Un beso.

Mamen